“¿En qué parte de la Biblia se apoya el capitalismo?” me preguntan en la radio. Pues principalmente en los 10 Mandamientos, el resumen de la Ley de Dios, al condenar y prohibir severamente todo tipo de abuso de poder e idolatría, incluyendo la que se rinde al Estado. Pero vamos por partes.
Primero, ¿qué es el capitalismo? Es el nombre dado por los comunistas al “sistema de economía natural” o de libre mercado, que surgía de manera espontánea, cuando había “Gobierno limitado”, el sistema político que Dios manda en la Biblia: en sus Cinco Primeros libros, especialmente Deuteronomio. Ya no lo tenemos porque en casi todo el mundo las izquierdas impusieron el Gobierno totalitario y socialista sin límites, contrario a la naturaleza de las cosas, que le ha sustituido.
¿Y el socialismo? Es lo opuesto al capitalismo, y la forma actual del estatismo o estadolatría. Como toda tiranía, sea histórica o presente, es una transgresión completa y gravísima a todos y cada uno de los Diez Mandamientos. Véalos en Éxodo 20, y compare. Son estos:
(1) “No tener dioses falsos”. El socialismo es una religión falsa, que nos impone un dios falso: el mega-Estado totalitario, en el cual deposita toda su fe y esperanza de salvación terrenal, y al cual le confiere todos los atributos del Dios de verdad: le cree sabio y providente, omnipotente, omnipresente, y lleno de caridad y misericordia. Exige para él obediencia incondicional, honra, gloria y culto, ya desde la educación pública, que es su catequización y discipulado.
(2) “No harás ídolos ni imágenes idolátricas”. ¿Cómo era p. ej. el desfile del 1 de mayo en Moscú? Con pancartas gigantes de Marx y Engels, y del Caudillo supremo de turno, gran sacerdote de la liturgia. Y los enormes misiles, evidentes símbolos fálicos y del poder militar del dios-Estado. Con banderas y escudos, entonando himnos y cantos solemnes, como en el “Día del Partido” de la Alemania nacional-socialista.
(3) “No tomar el nombre de Dios en vano”, para usarlo con algún propósito subalterno. Es lo que hacen las izquierdas religiosas, por ej. el socialismo sionista disfrazado de judaísmo; la “Teología de la Liberación” marxista disfrazada de catolicismo; el “Social Gospel” vestido de protestantismo; y la “Jihad” o Guerra Santa política como si fuera el Islam genuino.
(4) “Guardar el Día del Señor”. ¿Por qué el domingo los socialistas hacen elecciones, y las izquierdas “verdes” cierran vías e interrumpen el tránsito? Para obstaculizar los cultos, y las reuniones familiares; porque el socialismo va contra la Iglesia, la familia, y contra todo lo que Dios bendice.
(5) “Honrar padre y madre”. Este Estado es “un dios celoso”: le roba a la familia funciones, libertades y bienes, la empobrece y la anula; la destruye para ocupar su lugar. El feminismo, creado por el socialismo, pone al Estado como marido de todas las mujeres, y padre de todos los hijos, separados de sus familias por la escuela pública, donde el comunismo enseña a delatar a los padres “contra-revolucionarios”.
(6) “No matar”. Es un dios cruel y asesino. “El Libro Negro del Comunismo”, editado en Francia (1997) por Stephane Courtois, registra hasta ahora unos 100 millones de muertos. Y contando…
(7) “No cometer inmoralidad sexual”. Al marxismo clásico o económico del siglo XX, el “Socialismo del siglo XXI” le suma hoy el “marxismo cultural”, que en su feroz embestida contra la familia, legitima el aborto, y todo tipo de unión sexual imaginable e inimaginable.
(8) “No robar”. El socialismo es un robo. “Redistribuir la riqueza” es quitarla a sus dueños legítimos, todos los que trabajamos, con impuestos excesivos, billetes sin respaldo metálico e inflación galopante, crédito sin base en depósitos, deuda salvaje, pirámides financieras tipo “Seguro Social” y demás confiscaciones.
(9) “No mentir”. La mentira aparece al final en la lista, porque es para ocultar y disimular asesinatos, inmoralidades y robos, o justificarlos. El socialismo es una gran falsedad, para encubrir todos sus delitos, montada sobre una enredada “teología” estatista de sofismas groseros, evidencias y testimonios trucados o escamoteados, teorías forjadas, y especulaciones improbables o imposibles.
(10) “No codiciar”. Los mandamientos previos protegen la vida, la familia, la propiedad y el trabajo, y la verdad; son los pilares y valores del capitalismo. Y éste, el décimo, pone una protección adicional, porque la mayoría de los crímenes comienzan por la codicia, que es principio y base ética del socialismo, así como el trabajo productivo y el ahorro lo son del capitalismo.
Por eso votar por izquierdas es tan inmoral como el propio sistema socialista, porque valida todas las antedichas faltas a la Ley de Dios, y porque la codicia manda al Estado robar “a los ricos” para repartir “al pueblo”. Aunque la realidad es que los jefes y burócratas socialistas se quedan con todo el botín y nada “le bajan” al pueblo; pero, ¡ese es el castigo que traen las consecuencias del pecado!
Los socialistas “cristianos” dicen que la Ley de Dios, y por tanto el capitalismo, es cosa del Antiguo Testamento, no del Nuevo. ¿Ah sí? Pues así se invierte la carga de la prueba, y tienen ellos que mostrar en el Nuevo Testamento dónde se derogan los Mandamientos, o dónde Jesús o sus Apóstoles apoyan o practican el “cesarismo”, o el socialismo. Sólo uno lo hace: el que “robaba de la bolsa”, Juan 12:6.
Leído.
La mejor perspectiva Cristiana que he visto de un liberal.
Cada Mandamiento quebrado por el Dios Estado,el dios del siglo actual.